Con el alma en un hilo y conteniendo un suspiro abandone la sala del museo, se presenta la exposición del artista Colombiano Fernando Botero " testimonios de la barbarie".
Verla sin cambiar el concepto que se tiene de la obra de tan reconocido artista plástico es todo un reto, la idea que tenemos de el son sus personajes regordetes que mas bien divierten al espectador, la famosa escultura del caballo lo identifica con facilidad creo en todo el mundo, pero.....
La presente colección de cuadros la mayoría a lápiz impresiona tanto que algunas personas que la han visto aseguran haber contenido el vomito, o no han podido terminar de verla por lo impactante de las obras.
Entre al museo con el animo arriba pensando en la maravilla que era tener una exposición de tal magnitud en esta ciudad (no muy importante en México y menos en el mundo) contento por verla a mitad de semana por la tarde para tener la sala casi vacía y poder disfrutar a mis anchas cada cuadro; desde el primer cuadro te atrapa, ves como la violencia se apodera del hombre y como la muerte se vuelve cosa cotidiana, al caminar por los pasillos se entremezclan, pistolas, metralletas, artefactos explosivos, machetes y puñales, con... cuerdas, sangre, cadáveres, la muerte, buitres, mutilaciones y cuerpos desnudos.
Después de recorrer todos y cada uno de los cuadros, de verlos con detenimiento y sufrir con los cuerpos desnudos representados en muchos de ellos, reflexionando, contraponiendo la idea de botero con lo que recién avía terminado de ver, me dije
-convéncete son boteros, sus personajes siguen siendo regordetes, no ha variado en nada su estilo, es el mismo pintor pero con un tema menos alegre y divertido.
-poco a poco me convencí que es el mismo y que esta serie de cuadros algo macabros "dicen algunos" no es otra cosa mas que muestra de su sensibilidad artística, de su convicción al darse cuenta que tiene algo que decir al mundo y que traicionaría sus principios si no lo hace, que sin perder su esencia y estilo tiene la obligación de denunciar lo que sucede en su país y en el mundo entero, la violencia no es exclusiva de Colombia, Brasil o México, es ya parte de todos los países del mundo y todos tenemos que aceptar que existe, no podemos cerrar los ojos.
Algunos amigos me han dicho que no quieren ver la exposición que temen por lo fuerte del tema,
Creo que Botero logro lo que se propuso al hacer esca colección sin perder a Botero.
Después de esta mi admiración por el artista no desmerece al contrarío ha crecido, dice mucho del ser humano que lleva dentro y de sus convicciones.....
Estoy seguro que volveré a verla antes de que sea retirada del museo.