mis amigos

26 de junio de 2014

rosotros






             Rostros altivos que llevan en sus rasgos el hambre de siglos, la carencia que desde siglos atrás, de generaciones se acumula le hambre no solo de pan, también de justicia, de igualdad y de respeto.
              Rostros que reflejan la serenidad de quien sabe esperar, sabiduría que les viene del tiempo, esperar con paciencia, con la tranquilidad que a los ancianos les dan los muchos años vividos y la seguridad que la muerte es lo único seguro que les queda.
              Rostros del pueblo, de la gente del campo que tras largas jornadas en el campo solo les espera un plato de frijoles y unas tortillas duras con un vaso de agua, un petate, con suerte un catre donde dormir agotado, algunas noches copular con la esposa y escuchar sus lamentos por la eterna falta de... siempre algo falta en casa, si así se le puede llamar al  jacal  de una sola pieza donde toda la famillia, que siempre crece, duermen y viven.
              Rostros interesantes de arrugas y canas prematuras pero que siempre llevan la alegría en el alma, siempre cargan música, la llevan dentro tal vez para olvidar las peas o para no pensar en el hambre eterno que les sigue y les da fuerza para seguir viviendo, que les sigue cono el perro esquelético y fiel que siempre esta a su lado.