Ella cada mañana abre la pequeña ventana de su alcoba para ver salir a su celoso marido, quien ha destinado el cuarto mas oscuro de la vieja casona, casco de la hacienda que heredara algún día de sus padres, el tiene miedo que algún otro hombre enamore a su esposa; Ella enamorada se asoma para despedirle y enviarle un beso apasionado.
La jornada de el sera ardua en los campos familiares la de ella transcurrirá sombría bordando en secreto a la luz de la lampara de mesa, la ropita para su hijo que ella presiente pero que nadie mas sospecha, pronto tendrá que darle la noticia a su marido, cosa que ella teme porque no sabe cual sera su reacción ante tal noticia; El es de poca conversación llega cansado al mediodía para comer (único momento del día que ella baja para comer con la familia y regresa de nuevo, el a las faenas de la tarde ella a su cuarto oscuro y a sus laboriosos bordados feliz de esperar a su primer hijo.
El Recorre a caballo los terrenos de la hacienda siempre pensando en el hijo que no llega y que el espera con ansia, prometiendose que tan pronto llegue cambiara a su mujer a un cuarto mas iluminado y con ventanal grande que de al jardín de rosas que con tanto esmero cultiva su madre para dejar ese cuarto sombrío como cuarto de triques donde se acumularan los juguetes que su hijo (porque tiene que ser niño) usara; Trabaja duro porque quiere esas tierras tanto como su padre y cuando lleguen sus hijos la querrán tanto como toda la familia de generación en generación, se tortura pensando en cuando sera el dichoso día que su bella y querida mujer le de un hijo.
Ambos enamorados esperan formar una familia feliz juntos como en los cuentos de hadas.