Segunda parte
Todos
los vecinos del barrio, tan pronto se levantaban, algunos sin siquiera haberse
lavado la cara, otros, todavía en su ropa de dormir, salían a la calle, hasta
caminaban varias cuadras para ver, ¿que tanto había crecido el pulpo?, ¿que
nueva pose tomo?, quienes tenían mejor
suerte, con tan solo correr las cortinas podían observarlo cómodamente desde su
recamara y/o cocina, unos incluso lo observaban con binoculares en mano, claro
está que muchos sacaron sus cámaras fotográficas, para tener prueba fehaciente de
lo que estaba sucediendo.
Su
crecimiento fue lento, en ocasiones tenían que pasar días o hasta una semana
para que incrementara notoriamente su tamaño, pero, lo que si parecía cambiar a
diario era su postura, los tentáculos parecían moverse y trepar por la fachada
del edificio.
Empezaron
a especular sobre el hecho, los noticieros,
monitoreaban a diario la caprichosa figura, la llegaron a tomas con
acercamientos y descubrieron que, era como si la hubieran dibujado con todos sus
detalles, cabeza, ojos, tentáculos y ventosas, otros, entrando en psicosis buscaban pulpos en
el exterior de sus casas, no falto quien encontró forma de cangrejo o delfín a alguna mancha de
humedad en edificios cercanos, no falto quien dijera, que todo eso era obra de
los extraterrestres, que destruirían la ciudad tan pronto el pulpo cubriera la
fachada completa, cobraría vida y acabaría con todos y todo a su paso, no falto
quien dijo, que era la publicidad de un
nuevo restaurante de mariscos que se instalaría en un amplio local vacío desde hace mucho tiempo localizado en
la planta baja del inmueble, las ancianas del barrio lo achacaron al diablo o a Dios que nos pide espiar los pecados de la
humanidad.
Todos
se preguntaron:
¿Qué pasaría
cuando el temporal de lluvias terminara?,
¿Seguiría creciendo?,
¿Desaparecería como lo hacían la manchas
verdes al ser azotadas por el sol?.
Ya
cubría el pulpo casi la tercera parte de la pared cuando….
Por favor esperen el desenlace
que llegara muy pronto .