mis amigos

15 de junio de 2019

RECORDÁNDOTE







                Ahora que estas ausente del mundo, pero nunca de mi corazón, sé que te recordare siempre, de eso no me queda la menor duda.
                Espero recordarte con el alma serena de quien ve al ser amado que se fue a un largo viaje dejándonos bellos momentos para que no le olvidemos, seguros que algún día le veremos de nuevo y nos fundiremos en un bello y cariñoso abrazo.








Pocos días han pasado desde que abandonaste este mundo, han sido días muy tristes en que mi corazón y mi alma te lloran, buscándote a cada instante esperando de pronto escuchar tu voz, buscando tu rostro en cada rincón, en cada fotografía.
Mis días quedaron vacíos, me falta tu presencia a mi lado, necesito oírte, seguir tus consejos, cumplir tus deseos.
Hoy camino mis días sin un rumbo determinado, voy llenando mis días con suspiros y sollozos tratando de poner orden en mi mente y en mi interior.
En mi corazón siempre estarás presente porque tú lo iluminas, te siento como la luz del faro que orienta mi camino, que no me dejara desviarme, dame la fuerza y la energía que necesitare para seguir adelante.
No te olvides de los que nos quedamos recordándote y suspirando por no verte.   





No puedo aceptar tu partida, me haces falta aquí a mi lado, el no escuchar tu voz llena de soledad mis días.
La vida se ha vuelto gris a pesar del intenso sol del verano, no encuentro sentido a las cosas, no encuentro color a la mañana no me alegra nada, el hambre ha huido de mi estómago y el llanto recorre sin parar mis mejillas.

No es simple estar sin ti, sé que pasaran los días y que poco a poco se secaran las lágrimas  y que tendré que llenar mis días de nuevas actividades, y sé que la calma volverá a mi espíritu, pero nada de esto lograra que te olvide porque tu marcaste profundamente mi corazón porque tu llegaste a mi vida para siempre.








                Tu ausencia me mueve el piso más que un temblor de la más alta magnitud, me deja la certeza que llorare tu partida hasta agotar el caudal de mis lágrimas, dejándome solo es suspiro por no verte, me dejas el gran reto de ser fuerte, seguir adelante y disfrutar cada segundo que me quede de vida, así viviste tú y eso me enseñaste.
                Estoy muy triste, sí, pero con la certeza que ya los sufrimientos y las enfermedades no te alcanzaran más, estas en un lugar mejor desde donde nos observas y proteges, ayúdanos y guíanos, danos certeza que estas bien y serenidad a nuestras almas.
                Algo si puedo asegurarte, que tú vivirás en mi corazón el  resto de mis días, eso no lo puedo dudar porque formas parte de mí, no me abandones y desde el cielo guía mis pasos, fortalece mi espíritu y reconforta mi corazón.
     







                Camino despacio, no tengo la menor de las prisas, todavía no sé cómo llenar mis días ahora que no estas es difícil saber que hacer o a donde llevar mis pasos.
                Te fuiste y me dejas frente a una vida sin objetivos, sin la seguridad que me daba el saber que tú decidías la mayor parte de mis actividades, solo, tengo claras algunas cosas por hacer pero no sé como o donde.   






                Extraño tenerte a mi lado, por las mañanas cuando despierto, no escuchar tu voz que en muchas ocasiones me despertó, te extraño al almorzar, ahora lo hago sin la prisa que tu imprimías a mis días, cada momento, cada segundo, te extraño, con el firme deseo de volver el tiempo atrás y vivir de nuevo tantos gratos momentos que pasamos juntos.
                Quisiera escuchar tus enojos, oír tus habituales ruidos, escuchar tus ronquidos, pero… sobre todo sentirte cerca, respirar tu aroma y tu perfume, se te con Dios y que desde el cielo ves mis días y mis llantos, me alienta saberte descansando de dolencias y penas, de sufrimientos y angustias.
                Guíanos desde allá, danos la fuerza y la alegría de vivir que tú siempre tuviste que me trasmites hoy a través de los recuerdos.






               

Despertar sobresaltado
La cama parece enorme
Tú ya no estas a mi lado
Abro los ojos al despertarme.

Los días pasan tristes
La vida sin ti continúa
Desde que te marchaste
Mi mundo gira al revés.





Casi han pasado tres semanas
Créeme que no ha sido fácil
Hago las cosas sin ganas
Todo ha sido tan difícil

Te fuiste llenándome de penas
Siento que ahora no soy útil
Mi mente está llena de dilemas
Las lágrimas mojan mi perfil

 


Te fuiste directo al cielo
Tus padres te han recibido
Eso nos llena de consuelo
A quienes te hemos querido.

Todavía no acaba el duelo
Mi corazón tan herido
Quiero correr el velo

De lo que para mí has querido.  




Triste estoy porque me siento solo ante las adversidades de la vida, sé que nunca es fácil más si no estás tú para ayudarme y hacerme sentir que todo es posible que las cosas se resuelven siempre de una u otra manera, que no debo sentirme ni triste ni solo, que debo afrontar lo que venga con alegría como tú lo hacías.
                Tengo que salir adelante y navegar contra todo y contra todos si es necesario, seguir tu ejemplo y tener tu fuerza; tú me preparaste para estos momentos y para el resto de mi vida, sé que desde el cielo me cuidas y que de alguna forma allanaras los obstáculos para que todo sea de acuerdo a tus deseos.
                Dame fuerza resignación y alegría de vivir. Tu estarás dentro de mi corazón el resto de mis días.

         
    



                Hoy quiero darte las gracias por los treinta años que acompañaste mi vida, por haber estado siempre a mi lado, por haber llenado mis días de cosas sorprendentes, de alegrías, enfados y tristezas, pero sobre todo de tú inmensa alegría de vivir que siempre te caracterizo, que nos contagiaste siempre a quienes estábamos a tu lado, de esa capacidad tuya de asombrarte por los más pequeños detalles, por el canto de los gorriones, por la forma de una nube, por el color y el perfume de una flor, al ver la sonrisa de un niño o la belleza física de las personas.
                Darte las gracias por ser siempre tú y por haber estado para mí en todo momento, por los ratos difíciles que me hicieron adquirir fuerza para superar las adversidades, por la alegría y tu sorprendente capacidad de hacer amistad, de entablar conversación con cualquier persona, sin importar nacionalidad o idioma, lograbas comunicarte sorprendiendo a todos.
                Quiero darte las gracias porque fuiste el pilar que sostuvo mi vida por tantos años, seguirás siéndolo por el reto de mis días, tú plantaste los cimientos del que espero mi futuro sólido y firme, ahora me toca a mí seguir formando mi futuro sin tú presencia física, pero con tu presencia en mi interior que ahora me fortalece y me hace sentir que no estoy más solo, que nunca más lo estaré porque tú me acompañas siempre y orientaras mi camino hasta el final de mis días.
Siempre en mi corazón        









Después de la tormenta poco a poco llega la calma, los días pasan y con ellos va entrando en tu vida la resignación, la certeza que todo estará bien, de seguir adelante y tratar que cada día sea diferente, que cada amanecer traiga consigo nuevas expectativas.
                La vida es hermosa y tenemos que disfrutarla cada momento, mientras la sangre corra por nuestras venas tenemos que gozar cada instante.
                La vida es esta y el momento es hoy.  







Julio 31

Hoy cumples ochenta años ya no estás vivo en la tierra pero si en mi corazón, sé que en el cielo has organizado gran jolgorio con toda tu familia y amigos, ahora puedes gozar de ellos para siempre.
                Estoy festejando contigo desde aquí con una taza de café como es mi costumbre, deseando lo mejor de lo mejor para ti siempre, estoy seguro que hoy por la noche armaras gran festejo en el panteón con la familia y amigos.
FELIZ CUMPLEAÑOS CHAGUITO.

3 comentarios:

María Susana Dall Occhio Pais dijo...

Amigo he leído todo. Has amado mucho y te han amado. sigue la vida , sigue porque es lo que debes hacer en su memoria. Un abrazo!

escribes conmigo dijo...

Gracias Susy por pasar y leer no es fácil despedirse cuando has pasado tantos años junto a alguien, pero es lo que corresponde hacer y se que con el tiempo lo lograre.

Kasioles dijo...

Es difícil entender a otra persona cuando no se ha pasado por lo mismo, palabras de condolencia y afecto recibimos a miles, pero el sentimiento...
Ese dolor profundo que queda en el alma ante el vacío que deja el que partió después de haber compartido juntos tan bellos momentos...
Sólo lo vive y lo siente el que ha querido, recibido, compartido y amado durante toda una vida que, aunque sembrada de altibajos, no deja de ser una vida de cariño, apoyo y comprensión.
No es de extrañar, que al tratar de afrontar su vacío, uno se sienta perdido sin saber muy bien qué camino tomar ¡cómo te entiendo!
No es momento de contarte mis penas, pero si de algo te sirve mi ayuda y mi experiencia, puedo decirte que el tiempo es el mejor bálsamo para curar heridas y que su recuerdo es el estímulo que te moverá para seguir caminando.
Te deseo todo lo mejor.
Cariños.
kasioles