el lector

               De pronto al ver a aquel señor de barba leyendo el diario tan atento y absorto de lo que lo rodeaba mi pensamiento se acelero:
   -tomale una fotografía  (me dije) es increíble le dije el juego de colores y la luz tan especial que tienen las mañanas en la costa
    -Es una mezcla entre intelectual y gringo jubilado disfrutando la playa.
    -Su cara revela las muchas aventuras vividas, es casi como un libro escrito en su rostro, en sus canas.
                 No se por que pero quede casi hipnotizado observándole, no podía retirar mi mirada de aquel hombre que por su parte ni se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor, para el solo existía, su lectura, el café y ocasionalmente un cigarro que aumentaba su aire intelectual.
                    Se acerco la mesera  con la carta en mano.
   -Les recomiendo los omeletes vegetarianos están muy buenos o nuestra especialidad los rollos de mango o      espinacas con queso, ahora que si quieren algo mas pesado pues unos chilaquiles en salsa verde o roja con tasajo.
   -solo café por favor dijimos todos al unisono.
   -les dejo una carta por si acaso se deciden a pedir algo.
 ella se retira a servir los cafés, platica por unos momentos con la cajera y regresa con los cafés y va a atender otras mesas.
                  Sigo atento a los movimientos de aquel hombre que lee sin tomar en cuenta lo que lo rodea, no se ve que sufra como yo del calor húmedo de la costa, me pregunto porque no puedo dejar de verle y después de pensarlo un rato al tomar un trago del caliente liquido me doy cuenta.....
                  NO LO PUEDO DEJAR DE VER PORQUE ES QUIEN ESTA FRENTE A LA SILLA EN QUE ME SENTÉ Y PORQUE MI CUELLO ESTA MAL POR HABER DORMIDO EN MALA POSICIÓN.