Ayer conocí un hombre
Llegamos como siempre que estamos de visita en esa paradisiaca playa oaxaqueña a tomar un café al “cafecito” al lado de la mesa estaba el tomando un express y hablando por teléfono, de pronto casi sin darnos cuenta estábamos enfrascados en una entusiasta conversación; al principio cuando él hablaba por teléfono pensé que debiera ser argentino pero ya sobre la plática resulto ser italiano, de Nápoles para ser más exacto y por accidente él se considera más bien ciudadano del mundo.
El tema para empezar fue la situación de México, drogas, inseguridad, narcotráfico, el gobierno; mi tío un tanto pesimista y el ecuánime se movió por otros caminos, hablo de respeto a las leyes y de los derechos del próximo, del hoy y del futuro, de la falta de lectura de los jóvenes y del tan soñado mundo sin fronteras un mundo donde se nace por accidente en algún lugar pero donde se podrá vivir en otro lugar distante y distinto si eso es lo que queremos.
La charla fue muy agradable, supimos que él ha vivido en varias partes del mundo y por lo que se ve tiene especial predilección por las playas; yo casi no participe del dialogo pero me quede gratamente impresionado es todo un filosofo de la vida que nos lleno la mañana, fue tal la impresión que me causo que no pude resistir la tentación de escribir estas líneas para no olvidarlo jamás.
Solo fue cosa de 15 minutos y cuando se despidió (por cierto no recuerdo que mencionara su nombre ni nosotros el nuestro), me dejo una cesación de tranquilidad, creo que difícilmente lo olvidarte; se despidió
diciendo “hasta luego, paz y bien”
6 comentarios:
Así es, mario. A veces tropezamos con personas desconocidas que nos alegran el día con forma de pensar y de expresarse; nos impresiona su personalidad y guardamos un grato recuerdo de los momentos pasados en su compañía.
Vivir en cualquier parte del mundo a nuestra elección es una utopía por el momento, pues son muchos los intereses creados.
Me ha gustado mucho tu relato y te animo a continuar con ellos tanto como en la poesía.
Un abrazo, amigo.
Suceden esos encuentros maravillosos de gente que impacta a uno… y luego se pierden.
Bien por esta historia. Un placer leerte.
Juan:
Gracias por la perseverancia a trabes de los años y por tu amistad
que a perdurado.
siempre es un gusto lee tus comentarios.
una abrazo mario
Salvador:
un gusto tenerte por aquí, espero que no sea la ultima visita yo me daré algunas vueltas por tu blog de poemas.
hasta pronto mario
Una historia interesante; resulta curioso como a veces conocemos casualmente a personas cuya compañía no es extremadamente grata y entretenida, tanto como distante en lugar, y cuyos encuentros son dificilmente repetibles. Si fuera tan fácil vivir en el lugar deseado..., pero creo que habría que llevarse demasiadas cosas no materiales y por tanto imposibles de trasladar.
Me ha gustado tu blog, un saludo.
Iris:
Es un gusto tenerte por aquí, siempre es grato encontrar gente que le gusta la escritura y la poesía.
espero que esta visita sea la primera de muchas.
un gusto conocerte Mario
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